la corrupción fue el cáncer que se agudizó en nuestro país durante 2018. El país conoció de cerca la ‘robadera’, como señaló el anterior Contralor General de la República, pero como es de costumbre pocos pagaron su castigo y otros salieron ilesos.
Uno de los sucesos que marcó a Colombia y sobre todo al departamento del Atlántico, fueron las elecciones al Congreso de la República, celebradas el 11 de marzo.
Los comicios terminaron a las 4 de la tarde y en menos de media hora se destapó la más grande olla de corrupción electoral de los últimos años. El epicentro de esta situación fue una vivienda en el norte de la ciudad, la cual fue denominada por la Fiscalía General de la Nación como la ‘Casa Blanca’.
Era el comando político de la exrepresentante a la Cámara, Aida Merlano, quien en el debate político aspiraba al Senado. Unidades de la Sijin capturaron Vanessa Victoria Merlano Rebolledo, hermana de la senadora electa, Evelyn Carolina Díaz Díaz, Edwin Martínez Salas, Jefferson Viloria Mieles y María Camila Valencia Lugo. Además incautaron 261 millones de pesos, cinco armas de fuego y 200 certificados electorales.
Con ese allanamiento, empezaron 9 meses de investigaciones, legalizaciones de captura, imputaciones de cargos y audiencias de solicitud de medidas de aseguramiento.
Sobre los capturados, un juez de control de garantías decidió cobijar, el 15 de marzo, con detención domiciliaria a cuatro de los cinco capturados tras el allanamiento realizado al comando político, por los delitos de corrupción al sufragante y porte ilegal de armas.