El 19 de abril de 2018 Claudia Da Cunha Tcachman asumió como rectora de la Universidad Autónoma del Caribe en medio de una profunda crisis financiera y académica, que produjo que la institución estuviera en el ojo de la opinión pública local y nacional.
Las constantes protestas protagonizadas por estudiantes, trabajadores y sindicatos marcaron la mayor parte del primer semestre del año pasado en la alma mater que completaba 51 años formando a líderes de toda la Región.
En diálogo con karoline.info, Da Cunha contó cómo fue el proceso de normalización académica y de recuperación de confianza tanto de profesores como de los más de ocho mil estudiantes y sus padres de familia que depositaron la formación de sus hijos en esta institución de educación superior.
Asimismo, la rectora contó lo que viene para la Uniautónoma durante este 2019 y cómo va el proceso de salvamento que lleva a cabo el Ministerio de Educación Nacional.
P. ¿Qué balance hace de sus primeros ocho meses al frente de la UAC?
R.
Creo que el primer aspecto positivo a resaltar es que hemos logrado la normalización completa de las actividades académicas. Cuando yo llegué se habían reanudado las clases después de varios días de paro y lo que hicimos fue generar un calendario académico que nos permitiera culminar los dos semestres en el año calendario.
P. ¿Cómo logró esa normalización?
R.
Fue un trabajo en conjunto con los profesores y los estudiantes y para lograrlo lo que hicimos fue sacrificar el periodo intersemestral, que es el periodo de vacaciones, en el que solo tuvimos semana y media, pero esto nos permitió terminar todas las clases y recuperar todos los cursos.
P. ¿Uno de los temas que más preocupó fue el del pago a los docentes. Al día de hoy, cómo está la situación salarial?
R.
Lo primero que hicimos fue una gestión de cobro y de recaudo, que nos permitió ir teniendo los recursos necesarios para empezar a ponernos al día con las deudas laborales. Tuvimos la oportunidad de recaudar $13 mil millones en esa gestión y empezamos a actualizar los pagos atrasados.
Luego, con el recaudo de las matrículas del segundo semestre de 2018, comenzamos a normalizar el pago de la nómina y los salarios pendientes y se terminaron de cancelar en diciembre del año que acaba de concluir.
El 90% de los recursos obtenidos se destinaron a cubrir las deudas laborales que se tenían.
P. ¿Teniendo en cuenta toda esa crisis, qué fue lo más difícil para poder alcanzar la normalización académica en la UAC?
R.
Lo más difícil, definitivamente, ha sido el proceso de reconstrucción de confianza. Esta ha sido una comunidad que ha sido golpeada. Cuando a una persona no le pagan su salario por mucho tiempo esto tiene unos impactos negativos, no solamente materiales, sino personales y de toda índole. El tema de no tener seguridad social también era muy complejo, porque el acceso a la salud es algo fundamental.
P. ¿En cuánto a la gestión de documentos y archivos, qué encontró?
R.
Nosotros encontramos un software que maneja toda la información contable y financiera y de talento humano que no estaba funcionando. En ese proceso de poner la casa en orden nos ha tocado también hacer todos esos procesos manuales, en paralelo de la implementación del nuevo software para tener toda la información en orden.
Otro desafío importante fue que no encontramos la información debidamente organizada en los archivos y nos tocó hacer toda una gestión de organización y de búsqueda de información correspondiente a los contratos, convenios y demás.
P. ¿Cómo va el proceso de salvamento ordenado por el MEN?
R.
A partir del primero de junio comenzamos la ejecución de ese convenio y hacia el mes de agosto, con solo poquito menos de tres meses de ejecución, ya teníamos un 51% de esa ejecución. A corte de diciembre esas medidas de salvamento están completadas en un 80%, lo que demuestra un esfuerzo de toda la comunidad para poner en orden la situación administrativa, financiera y jurídica en la que había dificultades en la universidad.