La manifestación del Primero de Mayo en París derivó este miércoles, como temían las autoridades, en enfrentamientos entre radicales y fuerzas del orden.
Antes de la marcha, ya se produjeron choques junto a la estación de Montparnasse, de donde partió la manifestación a las 14.30 hora local (12.30 GMT) y donde grupos de violentos infiltrados entre los participantes lanzaron objetos a las fuerzas del orden y quemaron vehículos en las calles adyacentes.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cargas policiales, una de ellas contra una parte del desfile en la que se encontraba Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato convocante, quien tuvo que ser sacado temporalmente de la marcha por riesgos para su seguridad.
Una vez de vuelta, Martínez se quejó de que «la Policía ha cargado contra la CGT» y pidió explicaciones al ministro francés del Interior, Christophe Castaner, mientras en un comunicado su sindicato calificó lo ocurrido de «escandaloso» e «inadmisible en nuestra democracia».
El secretario general de la CGT, cuyo mensaje reivindicativo del Primero de Mayo quedó totalmente desplazado por los incidentes, destacó que están «muy satisfechos con la amplitud de la manifestación» y que las otras 225 marchas celebradas en Francia se desarrollaron sin problemas importantes.
Otra de las centrales organizadoras de la convocatoria de París, la Federación Sindical Unitaria (FSU), se retiró de la manifestación, ante la gravedad de los altercados.